Puebla – La mala alimentación puede acelerar el envejecimiento de las células y aumentar el riesgo de enfermedades crónico-degenerativas, como diabetes, Alzheimer y cáncer. Esta es la conclusión de la doctora Nora Hilda Rosas Murrieta, investigadora del Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular del Instituto de Ciencias de la BUAP.
Con proyecciones que indican que para 2030 la población de adultos mayores superará a la de niños y jóvenes, Rosas Murrieta enfatiza la necesidad de mejorar la salud de futuras generaciones. Aunque la esperanza de vida ha aumentado, también lo ha hecho la incidencia de enfermedades que afectan la calidad de vida y generan altos costos en el sistema de salud.

La investigadora, con un doctorado en Ciencias Químicas y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, estudia los factores moleculares que influyen en el envejecimiento celular. Explica que, aunque el envejecimiento es un proceso natural, puede acelerarse por el consumo de alimentos poco saludables, especialmente los que contienen altas cantidades de grasas y carbohidratos. Este fenómeno ha afectado incluso a comunidades rurales que tradicionalmente seguían dietas más equilibradas.
Diversos estudios han demostrado que una reducción en la ingesta calórica, el ejercicio regular y un buen descanso son cruciales para prolongar la vida. Además, Rosas Murrieta menciona que la exposición a metales pesados, como el mercurio, podría estar relacionada con el envejecimiento celular, un hallazgo documentado en investigaciones anteriores.
En su línea de investigación, la doctora utiliza levaduras y líneas celulares humanas para analizar cómo se desregulan procesos moleculares en células envejecidas. Destaca el uso del modelo de levadura Schizosaccharomyces pombe para estudiar estas dinámicas, observando cambios en la actividad de proteasas que afectan el funcionamiento celular.
Desde el inicio de su proyecto en 2012, ha dirigido a numerosos estudiantes en el análisis de las proteasas y su relación con el envejecimiento. Los hallazgos han revelado que algunas enzimas pierden actividad con la edad, lo que podría contribuir a la disfunción celular.
El objetivo de esta investigación es identificar factores moleculares que, al ser comprendidos, permitan mejorar la función celular y, por ende, la calidad de vida de las personas. Con el apoyo de varios colegas del ICUAP y la Facultad de Ciencias Químicas, Rosas Murrieta busca desarrollar estrategias que promuevan un envejecimiento saludable y activo.





