En un homenaje marcado por la indignación y el dolor, familiares, amigos y ciudadanos acompañaron el cortejo fúnebre del alcalde Carlos Manzo por las calles de Uruapan. La despedida rumbo al centro de la ciudad estuvo acompañada de aplausos y porras en reconocimiento a su memoria.
Durante el velorio, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, fue expulsado del lugar por familiares y asistentes. El incidente ocurrió cuando el mandatario llegó acompañado de varios escoltas, lo que provocó molestia entre los presentes.
Los asistentes manifestaron su rechazo a la presencia del gobernador, por lo que fue retirado del sitio en medio de un ambiente de tensión.
El homenaje al alcalde asesinado continuó con muestras de respeto y solidaridad por parte de la comunidad uruapense.





