Puebla, Pue.– En el marco del Jueves Santo, cientos de fieles católicos en la capital poblana participan en la tradicional “Visita a las Siete Casas”, una práctica religiosa que consiste en recorrer siete templos distintos para orar ante la imagen de Jesucristo en cada uno de ellos, en recuerdo de su camino al Calvario.
Esta tradición, que mezcla el fervor religioso con el patrimonio histórico de la ciudad, puede realizarse de diversas maneras. Una de las opciones más accesibles es la Catedral de Puebla, ubicada en la calle 16 de Septiembre entre la 3 y 5 Oriente, donde los visitantes pueden recorrer varias capillas internas sin salir del recinto. Entre ellas destacan las dedicadas a la Virgen de Guadalupe, Nuestra Señora de los Dolores, San Juan Nepomuceno, San Pedro, San Nicolás de Bari, el Sagrado Corazón de Jesús, el Señor de la Columna y la Virgen de Ocotlán.

Para quienes prefieren recorrer las calles del Centro Histórico, también se puede seguir el itinerario tradicional que incluye:
- Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en la 16 de Septiembre y 17 Oriente.
- Templo de La Compañía, en la esquina de la calle Juan de Palafox y Mendoza y la 4 Sur.
- Templo Conventual de Santa Mónica, ubicado en la calle peatonal 5 de Mayo #1607, frente al SEDIF.
- Parroquia del Santo Ángel Custodio de Analco, en la 7 Oriente #1202, en el Barrio de Analco.
- Templo Conventual de San Joaquín y Santa Ana, en la 16 de Septiembre esquina con la 9 Oriente, cerca del Museo Amparo.
- Parroquia de Nuestro Señor San José, en la calle 2 Norte y la 18 Oriente, muy cerca del templo del Señor de las Maravillas.
Esta última parroquia destaca por ser una de las más visitadas durante esta jornada, ya que alberga los altares de Jesús Nazareno y María Santísima de la Piedad del Mayor Dolor y Traspaso, figuras a las que se atribuyen numerosos milagros.
La Secretaría de Turismo y autoridades eclesiásticas invitan a los asistentes a realizar el recorrido con respeto y en un ambiente de recogimiento espiritual, además de aprovechar para apreciar la riqueza arquitectónica y cultural que resguardan los templos de la ciudad.