– La jornada en el Senado se tornó caótica cuando el dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro ‘Alito’ Moreno, se enfrentó al presidente de la mesa directiva, Gerardo Fernández Noroña. Durante la sesión, Moreno reclamó a Noroña por no concederle el uso de la palabra, lo que desató una acalorada discusión entre ambos legisladores.
El intercambio verbal escaló rápidamente, con gritos y recriminaciones que resonaron en el recinto. Testigos presenciales informaron que la situación se volvió incontrolable, obligando a la senadora Lucía Trasviña a intervenir. La legisladora intentó calmar los ánimos y se vio envuelta en un forcejeo con otra legisladora presente en el debate.
Este incidente refleja la creciente tensión en el Senado, donde las diferencias políticas a menudo se traducen en confrontaciones directas. A medida que los legisladores continúan debatiendo temas cruciales para el país, la falta de diálogo y el aumento de la hostilidad podrían dificultar la labor legislativa.
El evento, que fue documentado en redes sociales, ha generado reacciones tanto de apoyo como de crítica hacia los involucrados. La confrontación no solo expone las divisiones internas dentro del Senado, sino que también plantea interrogantes sobre la dinámica de trabajo en este órgano legislativo.
Con la atención de los medios y de la opinión pública centrada en este altercado, se espera que los líderes políticos reflexionen sobre la necesidad de un ambiente más constructivo en el seno del Senado.
