Durante su intervención en el Foro Económico Mundial en Davos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó controversia al afirmar que su país no necesita importar energía, vehículos ni madera de Canadá. En su discurso ante líderes empresariales, Trump criticó el déficit comercial con su vecino del norte, estimado en alrededor de 200 mil millones de dólares, y advirtió que esta situación no será tolerada.
“Canadá ha sido muy difícil de tratar a lo largo de los años. No es justo tener un déficit de 200 mil o 250 mil millones de dólares. No necesitamos su petróleo, ni su gas. Tenemos más que suficiente. Tampoco necesitamos sus autos ni su madera, porque contamos con nuestros propios recursos naturales”, aseguró el mandatario estadounidense.
En su discurso, Trump también reiteró su amenaza de imponer aranceles de hasta 25% sobre las importaciones canadienses y mencionó, por primera vez como presidente, la posibilidad de que Canadá “se convierta en un Estado” de Estados Unidos para resolver la discrepancia comercial. “Siempre puedes convertirte en un Estado. Y si lo haces, no tendremos déficit, no necesitaremos imponer aranceles”, añadió.
La relación comercial entre ambos países se ha visto tensa en los últimos años debido al desequilibrio en el comercio, con un déficit comercial estimado en 45 mil millones de dólares en 2024 a favor de Canadá, especialmente por la exportación de petróleo canadiense a Estados Unidos, que ayuda a mantener bajos los precios de la gasolina en territorio estadounidense.
Este discurso provocó reacciones de malestar en Canadá, que depende en gran medida del comercio con Estados Unidos. Aproximadamente el 75% de las exportaciones canadienses se dirigen a su vecino del sur, mientras que Canadá representa solo el 17% de las exportaciones estadounidenses, a pesar de ser el segundo socio comercial de Estados Unidos.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha dejado claro que su gobierno está preparado para responder a cualquier medida económica hostil, incluyendo la posibilidad de imponer impuestos o embargos sobre las exportaciones de energía a Estados Unidos. Sin embargo, algunos líderes provinciales canadienses no están de acuerdo con esta estrategia.
Trudeau también ha señalado que su objetivo es evitar la imposición de aranceles y que, en caso de que estos sean implementados, su país responderá “gradualmente” para tratar de eliminarlos lo más rápido posible.





