Un informe elaborado por expertos en derechos humanos con el respaldo de la ONU acusa a Israel de utilizar sistemáticamente la violencia sexual, reproductiva y de género en su enfrentamiento con Hamás en la Franja de Gaza. El informe detalla la devastación generalizada en Gaza, el uso de armamento pesado en áreas civiles y los ataques a hospitales, lo que ha resultado en una violencia desproporcionada hacia mujeres y niños.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, criticó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, calificándolo como un organismo “antisemita, corrupto, que apoya el terrorismo e irrelevante”. Sin embargo, no abordó directamente los hallazgos del informe.
La comisión documentó agresiones contra palestinos, incluidas denuncias de violación y violencia sexual por parte de las fuerzas de seguridad israelíes contra detenidos palestinos. Israel ha negado el abuso sistemático de prisioneros.
Chris Sidoti, miembro de la comisión, declaró que Israel ha utilizado la violencia sexual y reproductiva como una estrategia para socavar el derecho de autodeterminación de los palestinos. El informe también concluye que Israel ha perpetrado actos genocidas a través de la destrucción sistemática de instalaciones de atención de salud sexual y reproductiva.
La misión de Israel en Ginebra rechazó las acusaciones, argumentando que el informe se basa en fuentes no verificadas y acusó a la comisión de sesgo. A pesar de las críticas, Israel ha rechazado cooperar con la comisión desde su creación en 2021.
El informe documenta actos genocidas, como la destrucción de centros de salud reproductiva. Estos hallazgos podrían ser utilizados por fiscales en la Corte Penal Internacional o en otras jurisdicciones para buscar justicia para las víctimas y sus familiares.
