Los recientes recortes de financiación por parte de los principales países donantes, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y los Países Bajos, están poniendo en peligro décadas de avances en la lucha contra el VIH/sida. Según un estudio publicado en The Lancet HIV, se estima que estas reducciones podrían resultar en hasta 2.9 millones de muertes relacionadas con el VIH y entre 4.4 y 10.8 millones de nuevas infecciones entre 2025 y 2030, afectando principalmente a África subsahariana. Estos recortes, que representan una disminución del 24% en los fondos para 2026, amenazan con detener programas esenciales como la distribución de preservativos, la profilaxis preexposición y las pruebas diagnósticas, lo que podría deshacer décadas de progreso en la contención de la epidemia.  
El programa PEPFAR de Estados Unidos, crucial para la prevención y tratamiento del VIH, ya ha visto interrumpidos muchos de sus servicios debido a estas reducciones presupuestarias. Expertos advierten que el impacto de estos recortes podría requerir entre 20 y 30 años adicionales de inversión para controlar nuevamente la epidemia del sida.