La administración del presidente Donald Trump, con su retórica y políticas controvertidas, está teniendo un impacto negativo en el turismo internacional hacia Estados Unidos. Incidentes recientes, como la negativa de entrada a un científico por tener mensajes críticos hacia Trump en su teléfono, y el maltrato a una mochilera galesa, han generado rechazo y animosidad entre los potenciales visitantes extranjeros. Según previsiones de Tourism Economics, se espera una disminución del 5% en las visitas extranjeras y una pérdida económica de hasta 64,000 millones de dólares anuales. Este impacto ya se ha evidenciado con una caída del 2.4% en las llegadas internacionales en febrero. Turistas de países como Canadá y europeos están optando por destinos alternativos, como Europa y Canadá, debido al clima político y la fortaleza del dólar.
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