CIUDAD DEL VATICANO – 9 de mayo de 2025. En su primera misa como pontífice, el papa León XIV advirtió sobre el debilitamiento de la fe en favor de intereses materiales como el dinero, el poder y el placer. Desde la Capilla Sixtina, el nuevo líder de la Iglesia Católica instó a no reemplazar la confianza espiritual por “otras seguridades” como la tecnología o el éxito.
León XIV, nacido en Chicago hace 69 años y nacionalizado peruano, fue elegido tras un cónclave de dos días que generó grandes expectativas sobre el rumbo que tomará su papado. Durante la homilía, subrayó que la Iglesia debe seguir siendo un “faro que ilumina las noches del mundo” y un espacio de salvación para quienes enfrentan incertidumbre.
Dirigiéndose a los cardenales que lo eligieron, el papa hizo un llamado a no reducir la figura de Jesucristo a la de un líder carismático o un “superhombre”, en lo que pareció ser un mensaje dirigido a algunas corrientes cristianas que priorizan una visión menos espiritual de la fe.
León XIV, considerado el segundo pontífice de las Américas, ha generado expectativas tanto por su perfil litúrgico más tradicional como por su experiencia como misionero y obispo en Perú. Durante su presentación en la plaza de San Pedro, usó la estola papal, marcando una diferencia con su antecesor Francisco, aunque conservó gestos de sobriedad como el uso de zapatos negros.
Su elección sigue generando reacciones en todo el mundo. Desde Jerusalén, la fiel austríaca Barbara Boterberch expresó: “Es un papa inmigrante, con una historia que representa a muchos”. Robert Francis Prevost, su nombre secular, cuenta con ascendencia española y francesa, y ha mantenido una postura firme en defensa de los migrantes, un tema que abordó incluso antes de su elección.
El inicio del pontificado de León XIV marca una etapa de continuidad con Francisco, pero también con señales de un estilo propio, especialmente en lo litúrgico y en su preocupación por los desafíos contemporáneos de la fe.