El gobierno ruso anunció este domingo la autorización para que México, Argentina y otros cinco países considerados “amistosos y neutrales” participen en su mercado de divisas y derivados financieros. Con esta decisión, Rusia amplía a 40 la lista de naciones con acceso a este mercado, establecida inicialmente en septiembre de 2023. Hasta ahora, los únicos países latinoamericanos incluidos eran Brasil, Cuba y Venezuela.
Según un comunicado publicado en su página web, el gobierno ruso explicó que esta medida busca “aumentar la eficacia del mecanismo de conversión directa de las monedas nacionales de países amigos y neutrales, así como la formación de cotizaciones directas del rublo para satisfacer la demanda de la economía rusa de pagos en moneda nacional”.
Además de México y Argentina, la lista incluye a Camboya, Etiopía, Laos, Nigeria y Túnez. Estas naciones podrán acceder al mercado financiero ruso a través de sus instituciones financieras, lo que podría fortalecer los lazos económicos y comerciales entre estos países y Rusia.
El anuncio se produce en un contexto de tensiones comerciales globales, luego de que el gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump, impusiera aranceles del 25% a productos provenientes de México y Canadá, y del 10% a bienes chinos, medidas que entrarán en vigor el próximo 4 de febrero.
Impacto en la economía mexicana
De acuerdo con análisis de S&P Global Market Intelligence, las medidas arancelarias de Estados Unidos podrían generar un impacto negativo en la economía mexicana, llevando a una posible recesión y a un debilitamiento del peso. Se estima que el tipo de cambio podría alcanzar los 22.28 pesos por dólar a finales de 2025, en comparación con los 21.30 pesos proyectados en el escenario base actual.
Este escenario podría resultar en una menor entrada de divisas por exportaciones y un estrechamiento del diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, lo que afectaría la competitividad de la economía mexicana en el corto y mediano plazo.
La decisión de Rusia de incluir a México y Argentina en su mercado financiero podría ofrecer una alternativa para diversificar las relaciones económicas y reducir la dependencia de los mercados tradicionales, en un momento de incertidumbre global. Sin embargo, los efectos concretos de esta medida aún están por verse.