En una entrevista con Iván Mercado para Radio Imagen Puebla, Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), expresó su preocupación por la complicada relación comercial entre México y Estados Unidos, a raíz de la reciente decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer un arancel del 25% a los vehículos importados.
Rosales explicó que esta medida coloca a la industria automotriz mexicana en una situación difícil, aunque señaló que tanto México como Canadá han recibido un trato menos perjudicial en comparación con otros países. Aclaró que los componentes automotrices fabricados en Estados Unidos estarán excluidos de este arancel, lo que alivia parcialmente el impacto. Sin embargo, destacó que este cambio representa un costo administrativo importante para las empresas del sector, lo que podría afectar la competitividad.
Además, mencionó que en 2024 México alcanzó una producción de 4 millones de vehículos, de los cuales casi 3 millones fueron destinados a la exportación, con 7 de cada 10 autos producidos en México siendo enviados a Estados Unidos. Aunque las líneas de producción no pueden ser detenidas, Rosales advirtió que el aumento de los costos podría dificultar la compra de vehículos en el mercado estadounidense, lo que afectaría tanto a la industria como a los consumidores.

El presidente de la AMDA también destacó la relevancia de Volkswagen y Audi en la industria automotriz mexicana, mencionando que las plantas en Puebla y la nueva de Audi son claves para la producción del país. En este contexto, subrayó que, a pesar de los esfuerzos del gobierno mexicano para mantener el diálogo con Estados Unidos, si no se revierte la decisión sobre los aranceles, México tendría que analizar si esta medida infringe los acuerdos del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).
Rosales concluyó destacando que, de mantenerse la política arancelaria, México podría enfrentar desafíos significativos en su relación comercial con Estados Unidos, particularmente en la industria automotriz, un sector clave para la economía mexicana.